El sábado una expedición conformada por jugadores de la plantilla 1995/1996 de la RS Gimnástica partió hacia Gijón con el objetivo de conmemorar aquella temporada y homenajear a Manolo Preciado. Aquel año fue el que pasó Manolo Preciado pasó sentado en el banquillo de El Malecón, en su primera temporada tras retirarse del fútbol. La plantilla diseñada, en su mayoría compuesta por gente joven y formada en las categorías inferiores, logró el ascenso tras imponerse al Ribaforada en la última jornada de la fase de ascenso.
A eso de las 14:20 salió de El Malecón el autobús de la RS Gimnástica con una expedición formada por 15 jugadores, 2 empleados y el presidente de aquella época. Estos fueron los viajeros que partieron hacia Gijón: Kike, Mora, Nando, Miguel, Jose Miguel, Bertín, Edu Cobo, Manolo Beceiro, José Gómez, Javi Pineda, Sergio Pineda, Rubén, Chalana, Igor Platas y Miguelín. También estuvieron Jose Manuel (delegado), José García (utilero) y Álvaro Ruiz (presidente).
Antes, los jugadores tuvieron tiempo para el reencuentro, charlando entre ellos y compartiendo anécdotas en el veinte aniversario del ascenso. Para hacer la foto del viaje, todos volvieron a pisar el césped de El Malecón rememorando alguno de los momentos que vivieron en el estadio.
El viaje hasta Gijón se hizo corto y ameno, con bastante comodidad y espacio en el autobús de la RS Gimnástica. La primera parada fue en el hotel dónde la expedición pasaría la noche, faltaban dos horas para el encuentro ante el Sporting de veteranos y los jugadores sólo tenían media hora para colocar sus pertenencias en las habitaciones y regresar al autobús.
Las fantásticas instalaciones de Mareo recibieron a la RS Gimnástica. Allí, alguno de los ex-jugadores recordó las charlas de Manolo Preciado durante su temporada entrenando al conjunto torrelaveguense. Antes de acceder a los vestuarios, José el utilero preparó toda la ropa de los jugadores en los respectivos bancos, como si de un partido del primer equipo se tratase.
Los jugadores tuvieron unos instantes para compartir impresiones con los jugadores del Sporting y rememorar alguna visita durante su carrera a las instalaciones de Mareo.
El equipo vistió la segunda equipación de la RS Gimnástica en la temporada 2015/2016 y no a todos les sentaba igual que hace veinte años. Tras algunos cambios para equiparar las tallas, los once titulares y los cuatro suplentes encaraban el camino hacia el terreno de juego.
Tras unos suaves ejercicios de calentamiento y multitud de estiramientos para asegurar un estado físico óptimo, daba comienzo el encuentro entre los veteranos del Sporting y la RS Gimnástica 95/96. Este fue el once del conjunto torrelaveguense: Kike, Mora, José Gómez, Manolo Beceiro, Chalana, Nando, Bertín, Miguel, Miguelín, Nando e Igor Platas. También jugaron Sergio Pineda, Josep, Javi Pineda y Chele.
En el primer minuto llegó el primer gol del partido por parte del cuadro rojiblanco tras una jugada combinativa en banda, el punta dejó pasar el balón engañando a la defensa gimnástica y Tomás Hervás culminó con un disparo con el exterior del pie desde la frontal del área que se coló en la portería.
El dominio local parecía apabullante en los primeros minutos y la RS Gimnástica no tuvo más remedio que replegarse cerca de su área y aprovechar las pocas ocasiones en las que gozaba de la posesión. Poco a poco se fueron igualando las tornas y los blanquiazules fueron ganando peso en el partido y llegando al área rival. En el primer acercamiento, un desdoblamiento y un regate de Bertín en la banda derecha le permitió llegar sólo hasta la línea de fondo. Desde allí, puso un centro potente a media altura que un defensor introdujo en su propia portería.
Los minutos pasaban y el juego de la RS Gimnástica iba creciendo, cada vez concediendo menos espacios en la zona defensiva y conectando muy a menudo con Igor Platas y Miguelín en la punta de ataque. Precisamente en una buena jugada de Miguelín estuvo a punto de llegar el mejor gol del encuentro, un pase pica suyo superó a toda la defensa y llegó hasta la posición de Igor Platas que lanzó ronzado el larguero tras ejecutar una fantástica volea.
Miguelín tuvo la oportunidad de marcar tras un centro de Nando, su disparo desde el área pequeña se estrelló en el larguero de la portería astuariana y salió lejos del alcance de los jugadores blanquiazules.
Poco a poco había más llegadas al área rival, y las ocasiones se fueron asemejando al juego desplegado sobre el césped de Mareo. Nando marcó con potencia el segundo tanto tras aprovechar el rechace de un disparo de Igor Platas. La RS Gimnástica logró ponerse por delante pero fue sólo por unos minutos, los que tardó Rubén Blaya en tocar un balón sobre la línea y anotar el tanto del empate.
Nos íbamos acercando al descanso y Sergio Pineda estuvo a punto de anotar tras realizar un buen recorte en el área pequeña. Su disparo posterior tardó en llegar y no fue tan buen como para sorprender al guardameta asturiano. El banquillo blanquiazul iba moviéndose con la intención de dar más oxígeno y satisfacer las necesidades físicas del equipo.
El tercer gol llegó tras un buen centro de Nando que remató con maestría Igor Platas de cabeza, su testarazo tocó en el portero pero acabó atravesando la línea de gol. Con este resultado llegaríamos al descanso, no sin antes observar una de las paradas de la tarde con una palomita de Kike que despejó un disparo lejano a córner.
Durante el tiempo de descanso, todos los jugadores aprovecharon para hidratarse y estirar las zonas del cuerpo más perjudicadas durante la primera mitad. Algunos había sufrido demasiado pero el marcador se mostraba favorable.
El segundo tiempo comenzó con variaciones en la RS Gimnástica, se quedaban en el banquillo Nando, Mora, Bertín y Manolo Beceiro, que había sufrido un contratiempo con sus botas. El equipo estuvo más dominador y tuvo multitud de ocasiones que le permitieron cerrar el partido.
Javi Pineda llevó el peligro por la banda derecha, conectando con los puntas en multitud de ocasiones. La primera ocasión llegó tras una cabalgada y un autopase de Miguelín hasta línea de fondo, desde allí puso el balón atrás para un Nando que no fue capaz de rematar a portería y acabó retrasando el balón a posiciones defensivas. Chalana estuvo a punto de marcar tras un pase filtrado de Nando que le dejaba sólo ante el portero, su disparo bajo y colocado tocó el pie del guardameta.
En la continuación de la jugada llegó el cuarto gol blanquiazul, Chalana cazó una dejada en la frontal del área y remató con potencia a un lado del portero. Una jugada que compensaba la ocasión errada anteriormente.
A partir del aquí, el partido se convirtió en un monólogo de la RS Gimnástica que cerró el encuentro con un disparo de Mora y un cabezazo de Igor Platas poniendo en el marcador el 2-6 definitivo. Antes del final también hubo ocasión para la polémica con un posible penalti no señalado sobre Miguelín que había iniciado el eslalon en el área hacia la portería. Su caída no pareció demasiado creíble para los asistentes al encuentro en Mareo.
Tras el pitido final llegaba el momento para las fotos, los abrazos y los recuerdos; la RS Gimnástica había logrado remontar el gol inicial de los locales y llevarse en partido en homenaje a Manolo Preciado.
El equipo decidió inmortalizar el momento con una fotografía en grupo en la que aparecen todos los componentes del equipo nada más finalizar el partido. Sus caras parecen más descompuestas que al comienzo pero la felicidad permanece intacta.
Una vez duchados, toda la expedición partió en autobús hacia El Molinón para hacer el previsto homenaje a Manolo Preciado es la estatua construida en los alrededores del estadio. Fue sin lugar a dudas el momento más emotivo de la jornada, todos con la camiseta en homenaje a Manolo, posando y recordando su experiencia personal con Preciado.
Al final, una instantánea para la historia, con una de las personas que más influyó en sus carreras deportivas y con el que lograron el ascenso a Segunda División B en el año 1996. Ninguno de los integrantes de la expedición perdió la oportunidad de obtener un recuerdo de esta experiencia con fotos tanto grupales como individuales.
En las calles de Gijón se palpaba ese cariño especial con el que todos recordamos a Manolo Preciado, nadie se quedaba indiferente ante nuestras camisetas con su rostro y todos coincidían en catalogarle como "un padre para toda la afición del Sporting".
En la cena, presidida por una fotografía de Manolo y otra de la plantilla 95-96 de la RS Gimnástica, el ambiente se caldeó y todos los asistentes pudieron disfrutar de una magnifica velada de recuerdos, impresiones y muchas emociones conjuntadas. Se acababa un viaje para la historia, una jornada irrepetible y un recuerdo imborrable.